Va mi mami en prenda: la espontaneidad de la risa.
- Alicia Mateos
- 31 jul 2016
- 2 Min. de lectura

Va mi mami en prenda, original de Juan Carlos Alcalá, es una obra amable y cómica que plantea la reunión de 4 antiguas amigas –todas ellas de 40 años- que vuelven a reencontrarse 20 años después, a invitación expresa de un extraño sujeto.
Bajo la dirección de Diana Rendón, el grupo teatral “Delirante” participó este sábado en la Muestra Estatal de Teatro 2016, obteniendo una buena respuesta por parte del nutrido público asistente.
Delineados perfectamente cada uno de los personajes, “Teresa” (Yutzil Raya), “Lorena” (Ale Gómez), “Rosa” (Diana París) y “Ángela” (Gigi Gómez) se reencuentran en una pequeña isla, tras varios años de no verse. Maduras, con un destino definido, el reencuentro expone lenta y ágilmente la personalidad y el pasado de cada una de ellas.
Diálogos intensos que provocan en el espectador risas espontáneas, en la historia surgen rispideces naturales entre las féminas pero sin efecto alguno; algo cercano a aquella frase célebre de la obra Entre mujeres de la década de los noventa: «Entre mujeres nos podemos despedazar pero nunca nos haremos daño».
En Va mi mami en prenda sobresale la actuación de Yutzil Raya, quien desenvuelve soberbiamente su personaje de monja, reprimida en el amor y en su sexualidad. Una actuación digna para los foros nacionales.
Gigi Gómez, quien da vida a “Ángela” también interpreta carismáticamente su papel de una señora de sociedad pero que prefiere vivir en la insatisfacción antes de perder su matrimonio de apariencias.
La directora Diana Rendón logra amalgamar las personalidades abismalmente diferentes, sacándole ‘jugo’ al talento histrión de las cuatro actrices.
Sin embargo, el desenlace no logra consolidarse del todo, con esa misma fuerza con la que se venía desarrollando la trama, recurriendo –incluso- a un cierre que lo obliga a ser por demás predecible
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